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DrAl_SaneENTREVISTA SOBRE LA GOBERNABILIDAD CON EL DR. NASER AL-SANE, PRESIDENTE DE PARLAMENTARIOS ÁRABES CONTRA LA CORRUPCIÓN (ARPAC)

POR RAMI G. KHOURI

Para luchar contra la corrupción es esencial abordar el problema tocante a los políticos

KUWAIT: La creación de la sección Parlamentarios Árabes Contra la Corrupción (ARPAC), en noviembre de 2004, estableció un precedente en el mundo árabe, dado que los representantes electos que luchan contra la corrupción era entonces un concepto nuevo y aún por demostrar. En la actualidad, el presidente y fundador del grupo, el diputado de Kuwait Naser Al-Sane, describe su enfoque y actividades de una manera que podría resumirse así: “vergüenza y capacitación”.

La “vergüenza” alude a la experiencia de la ARPAC en hablar públicamente sobre las prácticas corruptas y denunciar a los gobiernos árabes cuyas leyes o prácticas dejan mucho que desear, así como las constantes comparaciones de los países árabes entre sí. La “capacitación” se refiere a los objetivos de la organización en proporcionar las herramientas y conocimientos necesarios para luchar contra la corrupción mediante el desarrollo de la capacidad de los diputados y parlamentos árabes a fin de eliminar la corrupción, promover la transparencia y la rendición de cuentas en sus respectivas sociedades. 
  
Estas metas se combinan en varios proyectos en marcha, los cuales incluyen la publicación que tendrá lugar en los próximos meses del primer informe anual sobre la corrupción árabe y de una guía para los parlamentarios árabes sobre la reforma financiera.

En una entrevista realizada en Kuwait y Beirut a comienzos de febrero, el Dr. Naser Al-Sane explicó que la ARPAC no lucha directamente contra la corrupción sino que en la organización “alentamos a los miembros a que luchen contra la corrupción en sus propios países, y les proporcionamos las herramientas y la capacitación para que lo hagan de manera eficaz. El año pasado, por ejemplo, decidimos emitir el informe sobre la corrupción árabe, que se difundirá en unas pocas semanas. Esto nos permitirá evaluar –entre un informe y el siguiente– los progresos que se desarrollen en la lucha contra la corrupción, aunque no necesariamente sean producto de la organización”.
El Dr. Al-Sane es miembro fundador de la Organización Mundial de Parlamentarios Contra la Corrupción (GOPAC), de la cual ARPAC forma parte. En 2004, 40 parlamentarios asistieron al encuentro que dio origen a la ARPAC. Representaban 11 parlamentos: Jordania, Bahréin, Argelia, Arabia Saudita, Sudán, Palestina, Kuwait, Egipto, Marruecos, Yemen y Líbano. En la actualidad se han establecido secciones en ocho de los mencionados países.

Al-Sane explicó que la organización sigue tres estrategias para combatir la corrupción. “La primera consiste en capacitar a los parlamentarios para que puedan combatir la corrupción. En segundo lugar, alentamos a los diputados a que creen su red de conocidos para que todos aprendan las técnicas de lucha contra la corrupción de nuestros colegas de otras partes del mundo. En tercer lugar, promovemos roles de liderazgo a través de varias organizaciones: todo parlamentario o ex-parlamentario que se une a nuestra organización debe asumir un rol de liderazgo en su sociedad al convertirse en un modelo y atraer a otros activistas de organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y demás partes interesadas, para que participen en estas iniciativas y tipo de trabajo.”

Dr. Naser Al-Sane

  • Presidente de ARPAC

  • Presidente de la Comisión para la Protección de los Fondos Públicos del Parlamento de Kuwait

  • Miembro reelecto de la Asamblea Nacional de Kuwait en julio de 2006 y mayo de 2008

  • Miembro de la Comisión Especial, 1997

  • Miembro de la Comisión de Protección de los Fondos Públicos, 1994

  • Miembro electo de la Asamblea Nacional de Kuwait, 1992

  • Subsecretario Adjunto de Desarrollo Administrativo, 1988-1992

  • Miembro fundador de la GOPAC y de la sección regional árabe - ARPAC

  • Doctorado en Administración de la Universidad de Aston, Reino Unido

A la fecha, la experiencia adquirida a través de ARPAC permite a Al-Sane y a sus colegas considerar que la llave del éxito de las secciones nacionales consiste en crear coaliciones con los medios de comunicación, los movimientos de sociedad civil y la comunidad universitaria, así como incitar a los gobiernos árabes a que ratifiquen la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC) y a apoyar una política nacional de lucha contra la corrupción que incluya a gobiernos, parlamentarios, ONG y otros organismos que puedan elaborar un plan de acción sobre la manera de luchar contra la corrupción.
Para Al-Sane, un elemento crucial al respecto es implementar la recomendación de la CNUCC de que cada país establezca un organismo nacional independiente de lucha contra la corrupción. Una de las técnicas más exitosas de la ARPAC ha sido comparar diferentes organismos nacionales árabes según su grado de independencia real.

“En lugar de criticar a estas organizaciones, las comparamos,” expresó Al-Sane. “Indagamos sobre el grado de independencia y el involucramiento de organismos o empresas potencialmente corruptas.”

Por otra parte, según él, es importante evaluar la calidad y eficacia de las leyes nacionales de acceso a la información. Señala que algunos países, como es el caso de Jordania, han aprobado recientemente leyes similares “pero ciertas disposiciones casi al final de la legislación establecen que toda información debe ser pública y accesible, salvo en casos en que las autoridades juzguen que la información debe ser confidencial. Tal disposición anula la ley.”

Al-Sane considera que la capacidad de comparar y diferenciar las leyes de acceso a la información en toda la región, permite a la ARPAC señalar las leyes inadecuadas y estimular así a los gobiernos a redactar leyes más eficaces. Efectuar tales comparaciones de manera pública ha sido “muy eficaz”, como se ha demostrado con la publicación del Índice anual de percepciones de la corrupción (CPI) de Transparency International.

El nuevo informe sobre la corrupción árabe se fundará en el trabajo realizado por investigadores de toda la región e incluirá la aplicación de 13 parámetros para evaluar los progresos de cada país respecto de los acontecimientos producidos en los campos relacionados con la corrupción o lucha contra la corrupción.

Según Al-Sane, los progresos más importantes en la lucha contra la corrupción están relacionados con la lucha contra “la corrupción de los políticos –ministros, parlamentarios y partidos políticos. Quienes pudieron comenzar con los máximos dirigentes, y lo hicieron en la forma apropiada, son las personas que han abordado el tema de la corrupción correctamente. Quienes no hayan procedido en tal forma, habrán logrado poca influencia sobre la corrupción.”
Además advierte que la corrupción tiene lugar tanto en las épocas buenas como en las malas. Por ejemplo, la actual crisis económica mundial brinda nuevas oportunidades de corrupción a los funcionarios y empresas del sector privado.

“Cuando el precio del petróleo estaba alto efectuamos un análisis que indicó que los corruptos iban a tener una buena oportunidad de asirse de fondos públicos sin que la población lo notara, por haber mucho dinero en circulación. Entonces, puesto que el precio del petróleo ha bajado y que atravesemos por una crisis económica y financiera a nivel mundial, pensamos que muchos programas que aspiran a salvar mercados, distribuyen miles y miles de millones de dólares de manera poco transparente. De manera que hay gran posibilidad de que, incluso en tiempos de crisis, las personas pierdan más y más dinero a causa de la corrupción.”
Asimismo declaró que la organización insta a activistas, colegas y parlamentarios de todo el mundo a vigilar activamente a aquellas organizaciones y personas a quienes se les ha confiado el rescate de las economías nacionales, para cerciorarse de que los cientos de miles de millones de dólares inyectados en planes de salvamento económico sean distribuidos en forma equitativa.

Cuando se le preguntó si los parlamentarios tienen una responsabilidad o capacidad especial para combatir la corrupción, contestó que sí, haciendo notar que, incluso en países donde los parlamentos son instituciones débiles, los parlamentarios son miembros muy influyentes de la sociedad.

“Tienen derecho a hacer preguntas, a ejercer presión sobre quienquiera se encuentre a cargo de cualquier tipo de actividad pública o financiera y a provocar un voto de confianza a ministros y primeros ministros. También suscitan la atención de los medios de comunicación, por lo que deben sacar provecho del puesto que ocupan en la sociedad.”
La nueva guía de los parlamentarios árabes sobre la reforma financiera aspira a ayudar a los parlamentarios a cumplir con su responsabilidad de supervisar el proceso presupuestario.

“Para llevar a cabo la supervisión presupuestaria, se debe tener las habilidades necesarias. Lo que hacen los gobiernos a los diputados –si el propósito es confundirlos– es descargar toda la información técnica que sea posible en el parlamento para que los diputados no tengan tiempo de estudiar el presupuesto. Además de que no tienen ninguna experiencia ni conocimientos para analizarlo. Nuestra guía les ayudará a dotarse del personal y procedimientos especializados para que puedan revisar la documentación presupuestaria.”

La ARPAC también publicará próximamente una guía sobre el código de conducta para parlamentarios, a fin de cerciorarse de que no tengan conflictos de interés en el desempeño de sus labores.

Para acceder a una versión completa de las noticias y notas sobre la gobernabilidad en la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA Governance News & Notes), remítase a:
http://worldbank.org/mena/governance/gnn

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